La simpatectomía torácica es la solución definitiva a este molesto problema. Se trata de una cirugía laparoscópica en la que usando tecnología de última generación se secciona o corta la cadena del sistema simpático a cada lado del tórax. Aunque se hace con anestesia general, la recuperación tras la intervención es rápida, usualmente ambulatoria y es mínimamente invasiva, solo requiere dos pequeñas incisiones en cada una de las axilas.

Los resultados son muy positivos. En promedio funciona en más del 95% de los casos de quienes optan por esta alternativa médica segura y efectiva. Además, los efectos se sienten casi de inmediato.

También es un procedimiento efectivo contra el enrojecimiento o rubor excesivo de la cara.